EXIGENCIA Y CARIÑO: UNA AUTORIDAD CON PRESTIGIO

EXIGENCIA Y CARIÑO: UNA AUTORIDAD CON PRESTIGIO

PENSANDO EN EDUCAR

Ana de Selva, Profesora de 5 años,  E. I. Colegio Guadalaviar.

Exigencia y cariño conviven diariamente en el terreno educativo. La capacidad para dosificarlas y conseguir el difícil equilibrio es un arte que padres y profesores nos esforzamos diariamente en alcanzar.

En la familia, en el colegio, cualquier niño debe experimentar el cariño y el afecto del mismo modo, a la vez que no se le conceden todos los caprichos y se le exigen pautas y comportamientos determinados en forma de pequeños retos. Cuesta mucho decir que no cuando es fácil darle lo que pide. Y más cuesta decir “no” y que se entienda que es por cariño, sencillamente porque le queremos y no le conviene. En esta premisa fundamental, se forja la autoridad de padres y profesores, en que el niño acepte que son los adultos los “administradores” de lo que le conviene. En cualquier caso, tenemos que tener muy claro que si no lo hacemos nosotros, otros lo harán en nuestro lugar como los medios de comunicación, la publicidad, etc.

Tener autoridad, que no autoritarismo, es básico para la educación de nuestros hijos. Debemos marcar límites y objetivos claros que le permitan diferenciar qué está bien,  qué está mal, y qué se espera de ellos. De este modo, con los objetivos bien definidos, los educadores corremos menos riesgos de excedernos y los logros son más fáciles de reconocer y recompensar.

Por eso es muy importante y mucho más efectivo en la mayoría de los casos, empezar por la exigencia personal. Es el ejemplo diario lo que más va a calar en los niños, el ver que no hacemos todo lo que se puede, sino lo que conviene en cada momento. Dándoles la oportunidad de experimentar, junto a nosotros, que puede ser un poco para hoy y otro poco para mañana… ¿por qué?-… ¡Porque sí! Porque nosotros los adultos, entendemos que eso es lo que les conviene y es positivo para ellos entrenarse de este modo para la vida.

En este arte, de alcanzar el difícil equilibrio entre exigencia y cariño, nos servirá tener a mano unas cuantas advertencias que nos pueden allanar el camino:

Lo que conviene evitar:

  • Ser permisivos y ceder después de decir no.
  • Perder la paciencia, gritar, o perder los estribos.
  • Dejar de cumplir las promesas y consecuencias. Para ello, éstas han de ser fáciles de llevar a cabo, y han de ser realistas.
  • Poner muchas normas. Es mejor empezar por unas pocas e ir cambiándolas en la medida que se consigan los objetivos.
  • Pedir y marcar retos en los que padres y educadores no seamos ejemplares. Cuando a un niño le marcamos un objetivo, la ruta y la guía ¡somos nosotros mismos! en nuestro día día, y en tantas pequeñas cosas que ellos perciben con muchísima claridad.
  • Perder el buen humor, pase lo que pase y en cualquier caso, el buen humor es un excelente compañero de viaje en la educación de los hijos.

* Pensando en Educar es una selección de artículos destinados a hacer llegar a las familias una relación de pautas y consejos que dan continuidad al proyecto de “Educación en valores” del colegio en la etapa de Educación Infantil.

El orden, la sinceridad y la obediencia, trabajados de manera paralela en el aula y en casa tiene un beneficio multiplicador que afecta no sólo al desarrollo de la niñas de este edad, sino que repercute en el bienestar de la familia en general. Por eso, la posibilidad de ofrecer a las familias a través de diversos cauces herramientas y recursos para trabajar estos valores en el entrono familiar es una de las prioridades del colegio en esta etapa de Educación Infantil.

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