CÓMO EDUCAR LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

CÓMO EDUCAR LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

PENSANDO EN EDUCAR

Lucía Abal, Profesora de E. I. Colegio Guadalaviar.

Los niños, cuando nacen, son capaces de sentir las emociones de las personas que tienen a su alrededor. Para que esta empatía no acabe en el olvido es necesario potenciarla desde pequeños y trabajar en ella durante todo el crecimiento. La etapa de la infancia es una época clave para desarrollar sus capacidades personales y sociales y entre ellas la capacidad para gestionar sus emociones.

Muchos estudios avalan la estrecha relación que hay entre tener éxito en la vida y una buena inteligencia emocional, es por esto que hoy en día es indiscutible la necesidad de una buena educación en la gestión de las emociones. Éstas pueden convertirse en la mayor fortaleza o en la peor debilidad de nuestros pequeños, todo depende de cómo aprendan a gestionarlas.

La educación emocional está basada en la Inteligencia Emocional (IE) y, según Daniel Goleman, profesor de psicología de la Universidad de Harvard y autor del besteller Inteligencia Emocional, ésta se define como “la capacidad de reconocer, aceptar y canalizar nuestras emociones para dirigir nuestras conductas a objetivos deseados, lograrlo y compartirlos con los demás”.

Esta “capacidad” es fundamental trabajarla con los niños desde que son muy pequeños para que conozcan sus propias emociones y las de los demás y sean capaces de expresarse con asertividad. Todo esto contribuye a una buena adaptación social y académica. En este sentido, es importante que, tanto en casa como en el colegio, les proporcionemos oportunidades para que sean capaces de identificar sus emociones, expresarlas y regularlas. Todo esto les ayudará a construir una base emocional sólida para su vida diaria y un correcto desarrollo psico-afectivo.

Algunas ideas para trabajar la inteligencia emocional de nuestros hijos y alumnos pueden ser:

1.Enseñarles a reconocer en sí mismos y en los demás distintas emociones. Es importante que, aunque nos parezcan todavía muy pequeños, las llamemos por su nombre. Para ello, también es muy importante la comunicación: aprender a expresarse pero también a escuchar.

  1. Ayudarles a desarrollar la empatía aprovechando situaciones con compañeros y/o familiares, con juegos de role-playing o con el juego simbólico cuando son más pequeños.
  2. Marcando límites claros en cuanto a las relaciones sociales, en este caso. Saber claramente lo que está bien y lo que está mal les ayudará a ser más seguros y aprender conceptos como el respeto, la tolerancia o el servicio a los demás.
  3. Potenciar la autoestima de los niños ayudándoles a conocerse, a superarse ante las dificultades y dándoles responsabilidades adecuadas a su edad.

Ayudándoles a entender sus propias emociones y las de los demás, aprendiendo también a ponerse en el lugar del otro, es decir, a empatizar, los niños podrán alcanzar un desarrollo personal y profesional adecuado que le ayudará tanto a ser más felices como a saber hacer felices a los demás.


* Pensando en Educar es una selección de artículos destinados a hacer llegar a las familias una relación de pautas y consejos que dan continuidad al proyecto de “Educación en valores” del colegio en la etapa de Educación Infantil.

El orden, la sinceridad y la obediencia, trabajados de manera paralela en el aula y en casa tiene un beneficio multiplicador que afecta no sólo al desarrollo de la niñas de este edad, sino que repercute en el bienestar de la familia en general. Por eso, la posibilidad de ofrecer a las familias a través de diversos cauces herramientas y recursos para trabajar estos valores en el entrono familiar es una de las prioridades del colegio en esta etapa de Educación Infantil.

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